Una serie de plataformas que nos muestran el camino a la hora de poder realizar colaboraciones desde la distancia y en un entorno virtual
El valor de la pieza, escrito, diseño o programación
Ya hay precio. Estamos ante la perspectiva de diseñar y programar una campaña con profesionales freelance de todo el mundo, donde los epígrafes nos llevan a la selección por precio, recomendaciones y porfolio de trabajos ya realizados y entregados en el pasado, presente o un futuro, el cual está al alcance de la persona interesada en el gran abanico de trabajadores que se suman a este tipo de plataformas en la red para ser autosuficientes. El criterio de calidad, nociones, directrices y notas las pone el cliente en función de una serie de perspectivas, aunque siempre hay unos indicadores que allanan el camino. Precios competitivos, atención rápida y eficiente, y en un tiempo récord, lo que antes de tardaba una eternidad, como es bien sabido. El caso de Fiverr, Nubelo, Twago, Freelancer, UpWork, Elance o Adtriboo es consecuencia de un cambio en el mercado laboral debido a la desaparición de las grandes estructuras, las cuales han tenido que adaptarse al cliente final de una manera extraordinaria en los últimos años ante una crisis que ha golpeado a cuatro generaciones de profesionales. Además, en ese aspecto, como ya hemos señalado en 2013, 2014 y a lo largo de los últimos días, otros sistemas de información se han puesto las pilas a la hora de ofrecer servicios a autónomos y empresas para que puedan ponerlos a disposición de los internautas, realizando una serie de campañas de comunicación en buscadores, redes sociales y medios excelentes, así como dando a conocer una propuesta directa para localizar aquello que necesitas en menos de 24 horas. Tumanitas, Genyoos, Acepto, Quotatis o Presupuestín son alternativas a la hora de localizar algo concreto y por medio de buscadores aceptables, donde sobresale la navegabilidad de todas las opciones.
Si se han bajado los precios. Si vamos a Gran Vía 32, o bien, a Primark sólo tenemos que observar la amalgama de posibilidades a la hora de comprar un artículo en las cuatro plantas que tiene, así como la amplia oferta de productos para niños, mujeres, hombres y hogar. Y se va a precio. Todos los días, desde la inauguración, hay colas. En la red, el trabajo se ha convertido en una plaza de mercado, donde se mercadea por tiempo, calidad, precio, servicio, plazos o recomendaciones de terceros que nos guían en un universo de opciones relacionadas con lo que antes costaba mantener en forma de departamento de comunicación, marketing, social media, publicidad, relaciones públicas o diseño gráfico. Las cosas han cambiado. Y la formación, la cual antes se “vestía” de forma presencial, ha acudido a un nuevo formato donde la virtualización ha llegado, pero no en la misma capacidad de respuesta que el modelo tradicional.
De hecho, las empresas, en su mayor parte las que circulan bajo la etiqueta de StartUp han depositado su confianza en programas de afiliación, afiliados o comerciales donde tienen acceso a un espacio privado de tutoriales, vídeos, banners y elementos de programación que pueden poner en su Blog, Web o redes sociales para mejorar la prescripción, o bien, la venta directa. Visto el caso de Google, las soluciones las venden las opiniones de los usuarios y personas que navegan de manera constante en la red de redes. De esta manera, según los datos de IAB Spain ya se invierten más de cuatro horas en social media, y no sólo a nivel ocio, sino en un entorno profesional que demuestra que poco a poco navegamos en un universo de “buenos” y “malos” que guían al rebaño en la búsqueda de un oro que no es fácil de localizar tal y como esperábamos.
¿Qué es lo que ha pasado?
Si lo vemos desde una perspectiva crítica, en el DAFO o modelo de análisis de las ventajas o desventajas, el trabajador se ha convertido en un profesional que puede estar abocado a un cambio radical en la obtención de las retribuciones por trabajo, según el epígrafe actual en la Declaración de la Renta. Además, es difícil para las empresas mantener sus gastos en áreas de negocio donde antes eran fijas, por lo que las colaboraciones han crecido en la búsqueda de personas que puedan cumplir una serie de requisitos desde fuera, por medio de las recomendaciones y prescripciones de terceros. La cuestión profesional es cerrar en tiempo y forma la colaboración con el sí del cliente y que éste pague cuando debe, o bien, que se regulen los pagos por medio de las plataformas enunciadas, como ya es un hecho.
Entre las ventajas existe la disponibilidad, contraste y comparación, según se vea, pero dependemos de una serie de años dedicados a una actividad plena que merma el crecimiento profesional en una estructura de trabajo o corporativa que se precie. Ser autodidacta o buscarse cursos específicos corren de una de las partes, que se tiene que actualizar en función de las innovaciones que se realizan cada año en las distintas aplicaciones, programas o sistemas de información que ya corren en la nube. Estos son aspectos a tener en cuenta en el nuevo marco constitucional de muchas personas que se adaptan a la red en su día a día.
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